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O sea, sí quiero, pero mejor no!

-“No toques”, “no te subas ahí”, “no…eso no se come”, “no…porque quema”, “eso no es juguete”, “no, tu No puedes tocar eso”, “eso no es para niños”, “no…no…no …no”


¿Te suenan estas frases? ¿Las escuchaste alguna vez? Veamos lo que sucede estos días...



Pensemos por un momento, en la vida de un niño de entre dos y tres años de edad; ¿a qué se dedica? ¿Cómo te imaginas que invierte su tiempo y sus días?


Bien, pues nuestro pequeño amiguito ya habla y se expresa en un pretérito extraño, pues tiene los conceptos de “hoy y ayer” un poco mezclados, pero lo más importante, es que también ya sabe caminar, así que, por lo pronto, se la vive caminando y preguntando, a fin de continuar descubriendo el mundo que le rodea.


Ante una rutina así de interesante y con todo un universo de posibilidades por experimentar y conocer, para este pequeñín cada paso es encontrarse con algo “nuevo” que tocar, que oler, y que llevar a la boca; derivado de esta curiosidad y los peligros que ello conlleva, ¿sabes cuantas veces el niño tiene que escuchar la palabra NO?




-“No toques”, “no te subas ahí”, “no…eso no se come”, “no…porque quema”, “eso no es juguete”, “no, tu No puedes tocar eso”, “eso no es para niños”, “no…no…no …no”


Yo creo que decir que el niño escucha por lo menos 500 veces al día la palabra “NO” es poco, sobre todo si es alguien muy inquieto.


Lo bueno de esto, es que esa es la forma en que se le educa y se le da guía, al mismo tiempo que el niño conoce y aprende de límites; si el niño quiso tomar un cuchillo, después de escuchar un NO enfático (o varios), identificará que “eso no es para jugar” y si más tarde quisiera volver a tomarlo, podrá escuchar la voz de mamá diciéndole que NO, ¡aun cuando la mamá no esté presente! Es así como ha aprendido sobre ciertos límites propios de su edad.

Lo malo de esto, es que muchas veces crecemos y en nuestras cabezas escuchamos muchos NO que no existen, por ejemplo: Algunas personas quieren emprender un negocio, pero algo les dice que NO y lo abandonan, o tal vez, han decidido que quieren terminar una relación sentimental o laboral, pero esa voz que dice NO, les genera dudas o miedo y les impide tomar acción hacia lo que quieren.


Te invito a que tomes CONCIENCIA de lo siguiente: Como adultos, aún tenemos un universo enorme de posibilidades de adquirir experiencia, y como niños, seguimos aprendiendo a través del trabajo, las relaciones y nuestras actividades diarias; por eso, cada vez que tengas miedo o dudas respecto a tus decisiones, explora de donde nace dicho sentimiento, pues podría tratarse de un NO, que ya no existe más que en tu cabeza y que, no te has dado cuenta, pero se trata de límites autoimpuestos, que no te permiten avanzar.


Adelante, tenemos un mundo por descubrir, atrévete y cuéntanos como te va.


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