¿Es recomendable una regresión a vidas pasadas?
Las regresiones a vida pasada son una herramienta muy importante en nuestro entendimiento de lo que vivimos ahora y el por qué vivimos muchas de nuestras experiencias con determinadas personas.
Sin embargo, con cierta frecuencia encuentro gente que me pide que les realice una regresión a vida pasada “sólo para saber qué fueron”. Algunos incluso me dicen que ya saben qué fueron y por qué han vivido o padecido ciertas situaciones en su vida.
Me dicen que fueron con una vidente que les dijo lo que habían sido y de ahí habían sacado la explicación a estos aspectos no entendidos o aceptados de su vida. Algunos otros han ido con hipnotistas que les han realizado regresiones a vidas pasadas, sin haberle hecho una terapia a ese personaje que fue.
Aunque cabe mencionar que sin importar si la experiencia de vida pasada fue real o no, debe hacérsele la terapia al personaje, ya que para el cuerpo no importa si existió o no, si está en la mente, es real para la persona y, al sanar la emoción o padecimiento, la persona también sana.
Por eso es importante ir con un profesional que tenga la suficiente experiencia como para manejar cualquier situación de catarsis o, crisis emocional en la que el paciente pudiera entrar.
Recuerdo una paciente que padecía sentimiento de culpa, con una gran necesidad de quedar bien con los demás (o miedo a fallarles) e imposibilitada a decir “no”.
Me explicó que ya había entendido por que era así, que una hipnotista la llevo a una vida pasada en donde era una joven que vivía en un castillo.
Un día, estando en el campo, descubrió que un ejército enemigo se preparaba para asaltar el castillo por sorpresa. Fue descubierta cuando corría hacia el castillo para dar aviso, la alcanzaron y la mataron con un tiro en la espalda.
Mientras moría sentía una gran carga y culpa por no haber podido avisar a la gente del castillo, entre los que estaban su familia y amigos. Sentía que los masacrarían por su culpa.
De esta forma la hipnotista justifico el por qué ella se sentía culpable y con miedo a fallarle a sus allegados. Sin embargo, quedaba pendiente la solución que diera paz a la mujer aquella del castillo.
Cuando en terapia la llevé de nuevo a esa vida, encontramos que, en efecto, así habían sucedido las cosas. Pero en esta ocasión fuimos más allá. Al morir, cuando ya flotaba sobre su cuerpo, le pedí que siguiera en ese lugar y fuera al castillo para ver qué fue lo que sucedió más adelante.
Para su sorpresa, en el castillo alcanzaron a escuchar el balazo y se pusieron en alarma, cerrando inmediatamente los accesos al mismo. El asalto resultó ser un fracaso y, al final de cuentas, ella con su muerte, logró salvar a toda la gente del castillo.
De esta manera, quien en principio recibió la terapia fue la joven de su vida anterior. Al poder revivir ese momento pudo cambiar el sentimiento con el que murió y hacerlo en paz y logró liberar a mi paciente de ese sentimiento inconsciente de culpa y a raíz de eso la terapia para ella fue más efectiva y pudo empezar a ser asertiva sin sentirse mal.
Cabe decir que lo que más nos marca en esta vida de las vidas pasadas es la forma de morir y el sentimiento con el que lo hacemos.
Con este ejemplo quiero trasmitir que es importante que si vamos a vivir una experiencia de esta índole, sea con la finalidad de sanar nuestro inconsciente y nuestro presente, y no hacerlo simplemente como un viaje turístico al pasado.
Es más fácil perdonar a alguien o liberar una situación si comprendemos el por qué sucedió o por qué actuaron de esa manera. Si me entero, por ejemplo, que quien rayó mi auto nuevo era el dueño del auto al que le di un golpe en el estacionamiento -y después me fui sin reparar el daño- será mucho más fácil perdonar y dejar ir los sentimientos y emociones generados por la experiencia.
Así que si quieren hacerlo, háganlo con un profesional. Y recuerden que las regresiones son muy importantes y efectivas, tanto si son en esta vida o en vidas pasadas.
Alfredo García Suárez
Terapeuta Psico Espiritual
Facebook: Terapia Psico Espiritual Alfredo García