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"NO QUIERO HIJOS": Una opción actual.

En esta época donde el divorcio y el re-matrimonio son vistos como cosa común, incluso la unión libre, el celibato o el poliamor forman parte de la escena cotidiana, sin dejar de lado los modelos tradicionales de familia, hace que en algún momento nos cuestionemos: ¿es necesario tener hijos para construir un matrimonio feliz? ¿los hijos son necesariamente el fruto del amor de una pareja?

El ritmo de la vida y la manera de vivirla cambian con cada generación; mucho influye sin duda la religión predominante en cada cultura así como la economía. Todo ello junto con el nivel de conciencia de las personas va haciendo que la conformación de las parejas y por ende de las familias vaya evolucionando.

Me parece que, sin duda, el amor debe florecer y generar frutos; pero esos frutos no siempre deben ser hijos de la pareja. Entonces, ¿cómo puede una pareja dar esos frutos que pueden permitirle la trascendencia, como individuos y como familia?

Me gustaría decirte diferentes formas en las que se puede dar la unión de una pareja y que le permiten solidificarse o fortalecer el vínculo ya existente, y que por la razón que sea, los hijos no son una opción:

  • Los planes juntos: Un viaje largo, adoptar un estilo de vida (meditación, veganismo, etc).

  • Los “hijos” materiales: Construir juntos una casa, montar un negocio, armar un plan de retiro juntos.

  • Los “hijos” académicos o profesionales: en el caso de que sus ocupaciones sean semejantes o compatibles, escribir un libro, generar un curso, un instituto, una metodología de trabajo.

  • Los “hijos” no humanos o que no viven en casa: cuidar de seres vivos que no son bebés humanos, como las mascotas, plantas, trabajar como voluntarios para una fundación de protección a los animales; o apoyar causas con tiempo y dinero para poblaciones vulnerables como niños en situación de calle, refugiados, pacientes de enfermedades crónico-degenerativas, etc.

Estas son solamente algunas ideas que pueden aplicarse, pero todas las formas que encuentres con tu pareja de hacer y vivir un plan de vida, cuidando de algo o alguien, que rinda algún tipo de fruto, sin duda cubre la función psicológica que los hijos pueden aportar.

Somos afortunadas por vivir en una época en la que las reglas las dictamos nosotras, no estamos ya atadas a moldes ni imposiciones y lo importante es lograr la plenitud.

Se feliz, que para eso estamos vivos.

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