Cerros rasurados, guacamole michoacano
Los cerros rasurados, la disminución de nuestros bosques y el cambio en el paisaje rinden cuenta de que el aguacate es sin duda un producto altamente rentable y que Michoacán es el productor por excelencia. Sin embargo, “un guacamole” de situaciones no tan favorables, tanto ambientales como sociales, se ha venido con ello:
Se requieren grandes extensiones de tierras. Se sustituyen los bosques.
No retienen la misma cantidad de agua que un bosque y ocupan el doble de agua para su mantenimiento.
En muchas ocasiones se crean conflictos por el agua. Desvían el agua de manantiales, lagos, ríos para el riego de las tierras evitando que llegue a comunidades rurales.
Cambio climático local y regional. Se incrementan incendios forestales.
Algunos incendios son provocados para obtener con mayor facilidad el cambio de uso de suelo.
La inseguridad se ha incrementado. Secuestros, derecho de piso, arrebato de tierras, entre otros.
Las comunidades donde existe alta producción siguen siendo pobres. Tienen empleo pero con sueldos bajos.
Un producto con un crecimiento exponencial que lo hace hoy en día más rentable que los hidrocarburos y en general todos los productos de agroexportación y la falta de una regulación eficaz prevé un futuro insostenible sobretodo a nivel medioambiental.