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Madres profesionistas



Nunca antes había sido tan controversial el tema de trabajar o no para las mujeres madres profesionistas y no profesionistas. Al parecer se han formado varios bandos entre las defensoras del cuidado del hogar y crianza de los hijos y aquellas mujeres que ven opciones más allá de sólo cuidar de la casa y la familia. Ser una buena madre, no es sinónimo de renunciar a tu crecimiento personal.


Hay amas de casa viudas, solteras o divorciadas, a cargo de los hijos y con la necesidad de trabajar para mantenerlos. Para lograr con éxito esta titánica labor, las claves son tres:

La organización.

Hacer equipo.

Utilizar tecnología a favor.


La adversidad hace que desarrollemos cualidades para sobrevivir y sobresalir en la vida. Por ejemplo, un hijo pone la mesa, otro sirve la comida que prepara mamá la noche anterior y otro lava los trastes, y al otro día rotan, así cada uno aprende y desarrolla empatía por el otro, además de cooperar, sentirse útil, responsable, disciplinado, y capaz.


La crisis actual que vivimos, es la crisis que nace cuando nuevos paradigmas de vida surgen. Hay quienes se adaptan y quienes siguen añorando el ayer. Un estudio reveló que existe una brecha importante en los cargos directivos ocupados por mujeres en las grandes corporaciones, pues suben por la escalera empresarial, hasta que empiezan su maternidad, renuncian y años después les resulta muy difícil reintegrarse. Debemos ver más allá.


La globalización y la tecnología han traído muchas opciones para las mujeres. El mundo se hace alcanzable y “pequeño” al usar la herramienta que abre, de manera especial para las mujeres, un abanico de posibilidades para elegir qué hacer con nuestro rol de mujeres, profesionistas, madres y esposas: Internet. Estamos en un formato de “trabajo” diseñado por el hombre, para el rol del hombre. Hoy podemos incursionar en un formato diferente, donde las mujeres puedan tener un horario flexible para disfrutar de la experiencia de ser madres; un trabajo enfocado a resultados y no solamente a un horario forzoso que cumplir. Un trabajo donde exista un espacio de guardería y pueda supervisar el cuidado de sus hijos. Donde también se le capacite para su desarrollo personal y profesional.


Pienso que las mujeres empresarias debemos asumir un gran reto: diseñar un formato de trabajo de acuerdo al rol que decidamos jugar. Un formato orientado a resultados y no a cumplir un horario; donde puedan combinar la atención a sus hijos con ser productivas; poder hacer “home office” o trabajo desde casa, apoyadas en la tecnología.


Yo, como madre siempre me ocupé de seguir aprendiendo y estudiando, poco a poco dispuse de más tiempo, hasta que al día de hoy están casadas y tengo una vida tan interesante que el tener que atravesar por la experiencia de que el nido se vaciara, fue mucho más manejable. Hoy me gozo de ver en mis hijas a dos mujeres que viven con mayor equilibrio sus vidas en sus facetas: de esposas, madres y profesionistas, sin culpas, vergüenza o rechazo de sus mismas congéneres. Creo que ser mujer, nunca había sido más fascinante.

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